En estos tiempos cuando la tecnología médica avanza a pasos agigantados, el
Centro de Rotación Hospitalaria (CRH) de la Universidad Nacional Experimental
Rómulo Gallegos (UNERG) en las ciudades de Acarigua-Araure, reafirma una vez
más su compromiso con el pilar más importante de la medicina: la humanidad.
Bajo la coordinación general del médico internista Argimiro Mendoza, este núcleo
de medicina asentada en la región, está moldeando a futuros médicos cirujanos
con una filosofía clara, donde la empatía y la vocación de servir son
irremplazables.
Subraya el coordinador, que el pilar fundamental es formar médicos con vocación
de servicio, con buena formación académica y con un alto sentido humano.
«Por mucho avance que haya en tecnología, esta nunca podrá ser sustituida por la
empatía y por la vocación de estar siempre a disposición del paciente. Esa es la
principal orientación: servir», sustenta.
Para el doctor Mendoza este enfoque humanista, es el corazón de un programa
educativo riguroso y exigente, pues durante sus últimos tres años de carrera, los
estudiantes se sumergen en 36 semanas anuales de rotaciones hospitalarias
intensivas en áreas cruciales como medicina interna, cirugía, pediatría y
ginecología.
“Su formación no se limita a los libros; se forja en el día a día de los pasillos del
Hospital Jesús María Cáceres Ramos, en San Juan de Los Morros, así como en el
Hospital José Gregorio Hernández del Instituto Venezolano de Seguros Sociales
(IVSS) y la clínica popular tipo 3 de Acarigua”, específica.
Romper moldes tradicionales
A su expresión, la UNERG, como universidad experimental, rompe con los moldes
tradicionales. «La medicina teórica que deja las actividades prácticas para los
últimos meses no tiene cabida aquí»
Bajo esta óptica, el modelo de la UNERG inserta al estudiante en el campo
práctico desde etapas tempranas, garantizando una experiencia de aprendizaje
integral y profunda, donde la teoría y la acción van de la mano.
Añade, que esta exigente formación se complementa con clases, seminarios,
guardias hospitalarias y, de manera crucial, con la investigación como «columna
vertebral» y en lo cual los estudiantes no solo aprenden a sanar, sino también a
generar conocimiento, culminando sus estudios con trabajos de investigación que
tienen el potencial de ser publicados.
Servir a los demás
Además, a través de la asignatura de Medicina Comunitaria, se cultiva la empatía
desde el inicio, conectando a los futuros médicos con la realidad de sus pacientes
y comunidades, puntualiza, el coordinador general de la UNERG.
Mirando hacia el futuro, el doctor. Mendoza, con el respaldo del rector de la
UNERG, doctor. César Gómez, y el decano de la facultad de medicina, doctor.
José Ángel Mesa, enfrenta como reto ambicioso construir un legado tangible para
la región portugueseña.
Dijo que uno de los principales retos es conseguir un espacio propio para la
formación de médicos, con el objetivo de consolidar una Escuela de Medicina
formal en la zona, con una infraestructura adecuada que abarque desde el primero
hasta el sexto año.
«Buscamos garantizar una formación actualizada y de calidad para las futuras
generaciones. Más que una meta de infraestructura, es la promesa de seguir
formando profesionales que no solo dominen la ciencia, sino que entiendan que el
verdadero arte de la medicina reside en el corazón y en la inquebrantable
vocación de servir a los demás”, concluye el doctor Mendoza.