La estrecha asociación entre los trastornos tiroideos y la Diabetes Mellitus (DM),
muchas veces desconocida fue uno de los aspectos centrales tratados durante el
Ciclo de Conferencias Diabetes y Bienestar, realizado en el auditorio del Hospital
Universitario “Dr. Jesús María Casal Ramos”, promovido por el departamento de
Medicina Interna, con asistencias de profesionales de salud de distintas
especialidades, estudiantes y comunidad en general.
Sobre el tema, el endocrinólogo Gerardo Rojas, especialista de la Unidad
Endoclic, en la Clínica Los Cedros, expuso la importancia crítica de esta
conexión, destacando que ambas son enfermedades de origen metabólico con
una alta prevalencia de coexistencia.
Hay una alta prevalencia de pacientes diabéticos que sufren de problemas
tiroideos, y viceversa, pacientes con trastornos tiroideos que en el tiempo se
pueden hacer diabéticos, afirmó el especialista.
El Control Mutuo
El doctor Rojas enfatizó que esta asociación es de vital importancia médica, ya
que el control metabólico de una condición depende intrínsecamente del estado de
la otra.Si yo tengo una alteración de la tiroides, no deja controlar la diabetes. Y si
tengo una diabetes descontrolada, no me deja mejorar la tiroides.
Indiscutiblemente es una asociación completa ,explicó.
Para abordar este problema, el endocrinólogo hizo un llamado a implementar lo que se denomina un cribado o tamizaje sistemático, por lo cual aconseja que Pacientes con Diabetes: Mujeres mayores de 60 años, con obesidad y otros factores de riesgo, deben revisar su función tiroidea al menos una vez cada dos años.
Y Pacientes Hipotiroideos: aquellos que cumplan con los mismos requisitos
(femenino, mayor de 60 años, con otro trastorno de base) deben someterse a una revisión obligatoria de la glicemia para prevenir la progresión a prediabetes y diabetes.
Panorama global
A propósito del Día Mundial de la Diabetes, el doctor Rojas indicó que a nivel
global, se estima que más del 60% de la población podría padecer diabetes y en
el caso de Venezuela, la casuística no es muy diferente, con proyecciones que
sugieren que más del 50% de la población podría estar afectada.
Esta alta incidencia es atribuida directamente a la asociación entre malos hábitos
de alimentación, falta de ejercicio o un estilo de vida sedentario, factores que
albergan y promueven esta condición.
Tendencias
En el evento también abordó temas de vanguardia como la relación entre
probióticos y diabetes, donde se investiga si un daño en la barrera gastrointestinal
incrementa el riesgo de la enfermedad.
Finalmente, reconoció el rol creciente de la Inteligencia Artificial (IA) en el campo
médico.La inteligencia artificial nos ayuda bastante, tanto en el diagnóstico como
en el manejo de los pacientes, en la búsqueda de información,concluyó,
resaltando la capacidad de la IA para facilitar el acceso a información valiosa y
poco frecuente, mejorando la toma de decisiones clínicas.
Prevalencia en alza
En el marco de esta actividad, el doctor. Luis Barroso, internista y jefe de
Epidemiología, significó la importancia del Conteo de Carbohidratos como una
estrategia fundamental para el control efectivo de la diabetes. Esta técnica busca
el empoderamiento y la independencia del paciente en la planificación de su
propio tratamiento y alimentación.
Leer más: Pie Diabético Complicado: Un Desafío en el Cuidado de la Diabetes
El Dr. Barroso inició su exposición destacando la preocupante alza en la prevalencia de la diabetes en Venezuela, resaltando que en 2010 el 6% de la población venezolana padecía diabetes y en la actualidad la prevalencia es del
20%, lo que implica que una de cada cinco personas será diabética.
Lamentablemente, solo el 40% de las personas afectadas lo sabe, lo que deja a un 60% de la población diabética sin diagnóstico, resaltando la necesidad urgente de la pesquisa activa.
El especialista señaló cómo los hábitos alimenticios y la falta de actividad física
contribuyen a la epidemia, especialmente durante las festividades decembrinas,
donde se normaliza una dieta extremadamente alta en carbohidratos.
Citó como ejemplos a la cena navideña con alta carga glucémica, con un menú de
hallacas, ensaladas de gallina (por la papa y zanahoria), pan de jamón, refrescos y
panetón/torta, a manera de broma enfatizó que el único alimento relativamente
sano, el pernil, es el que la gente suele culpar por sus problemas en enero.
Además de la dieta, la falta de actividad física y la ausencia de tamizaje (cribado)
rutinario en entornos médicos contribuyen a que el diagnóstico a menudo solo se
realice cuando ya existen complicaciones.
Advirtió, el epidemiólogo Barroso, que una enfermedad metabólica o
cardiovascular es prácticamente un destino seguro si se mantienen los hábitos
actuales.
Herramienta terapéutica
Atendiendo a su explicación, el Conteo de Carbohidratos es un método que
permite a los pacientes: elegir qué van a comer, así como contar y planificar sus
comidas.
El objetivo principal es que, a través de una gestión dietética precisa, el paciente
pueda requerir cada día menos medicinas (como la metformina) para el control de
su condición. Esta práctica contrasta con la tendencia de prescribir medicamentos
sin una adecuada formación nutricional por parte de los médicos, quienes
históricamente carecen de formación profunda en nutrición, deporte y manejo de
crisis psicológicas.
El doctor. Barroso aclaró conceptos esenciales de nutrición y metabolismo,
especificando que en carbohidratos recomendados oscila de 130 a 150 gramos al
día para una persona no diabética (según la OMS). Caloría: unidad de energía,
cantidad de calor necesaria para elevar la temperatura de un gramo de agua un
grado centígrado. Dieta Hipoglucia que que contiene significativamente menos de
130 gramos de carbohidratos al día, como aporte calórico 1 gramo de
Carbohidratos = 4 Kilocalorías (kcal). 1 gramo de Proteínas = 4 Kilocalorías (kcal).
1 gramo de Grasa/Lípidos = 9 Kilocalorías (kcal).
Detalla que el cálculo del requerimiento calórico diario puede simplificarse
multiplicando el peso corporal (en kilos) por 30 (ejemplo: 70 kg x 30 = 2100
kcal/día). El paciente, entonces, debe aprender a dividir su plato de comida en
porciones (carbohidratos, proteínas y grasas) y cuantificar su aporte para ajustarse
a sus necesidades calóricas y glucémicas.
La implementación del conteo requiere que el paciente identifique qué alimentos
contienen carbohidratos y en qué cantidad, lo que constituye un paso crucial hacia
un control metabólico más riguroso y personalizado, remarcó.
La diabetes ha escalado a la categoría de emergencia sanitaria global, con la desigualdad
social funcionando como un catalizador que acelera su impacto. Esta es la contundente
conclusión del gineco-obstetra Freddy Bello, quien durante su conferencia Desigualdad y
Diabetes: El Determinante Social urgió a revisar las políticas de salud para enfrentar una
crisis que se anticipa catastrófica.
Desigualdad y diabetes
La diabetes ha escalado a la categoría de emergencia sanitaria global, con la
desigualdad social funcionando como un catalizador que acelera su impacto.
según la conclusión del gineco-obstetra Freddy Bello, al hablar sobre
Desigualdad y Diabetes: El Determinante Social, por lo que instó a revisar las
políticas de salud para enfrentar una crisis que se anticipa catastrófica.
El doctor. Bello presentó las proyecciones mundiales, calificando de inaceptable la
falta de previsión ante el inminente aumento de la enfermedad, indicó que
actualmente, más de 500 millones de personas viven con diabetes, pero las cifras
proyectadas demandan una acción inmediata, pues se espera que para el año
2030 la cifra ascienda a 640 millones, un incremento de 140 millones de pacientes
en tan solo cinco años.
Leer más: La alimentación es aliada en el control de la diabetes
“La situación no mejora con el tiempo, pues las estimaciones para 2040 alcanzan
cerca de 900 millones de personas afectadas. Esto dice que los programas de
salud, las políticas públicas y los médicos nos tenemos que preparar para el
manejo y actuación de la diabetes,sentenció el especialista.
La crisis se agrava
Al enfocar su análisis en Venezuela, el especialista señaló que la desigualdad en
el acceso a los servicios de salud es el principal motor que agrava la crisis, lo cual
dijo se manifiesta dramáticamente en las zonas rurales, donde la población
vulnerable y pobre no tiene acceso ni a centros de salud ni a los recursos básicos
para el tratamiento. “La ausencia de tiras reactivas y medicamentos en las
farmacias se suma a la imposibilidad económica de la mayoría”:
La insulina cuesta más del 50% de lo que es un sueldo mínimo, y entonces es
muy difícil para una persona mantener su nivel de control metabólico adecuado
porque no tengo cómo comprar el medicamento. Y si, además, cuando voy al
centro de salud más cercano me dicen: Nosotros tampoco lo tenemos, ¿cómo
hace esa persona para tener un control adecuado? comentó.
Esta precariedad se complementa con la desigualdad en el diagnóstico. El doctor
Bello explicó que la falta de conocimiento hace que la población no sepa
reconocer síntomas básicos, como la poliuria (emisión excesiva de orina), lo que
retrasa la consulta médica y, consecuentemente, el inicio del tratamiento.
Llamado a la Acción
Añade que el problema se extiende incluso a las estructuras legales y financieras,
denunció que no existe ningún seguro en Venezuela que garantice la cobertura de
medicamentos para enfermedades crónicas como la diabetes, un vacío legal que
debe ser corregido por la ley venezolana de empresas de seguros. A esto se
añade la falta de disponibilidad de lugares eficaces para realizar ejercicio, un pilar
fundamental en el manejo de la enfermedad.
A su consideración, todo esto crea una profunda desigualdad en el sistema de
salud que debe ser subsanada mediante una política pública completamente
determinada a atender a toda la ciudadanía.
Finalmente, hizo un llamado directo a la responsabilidad individual y colectiva del
gremio: Los estudiantes de medicina, los médicos, los especialistas tienen el
deber de no solo enseñar a ese paciente en la consulta, sino que ese paciente sea
un multiplicador en la comunidad donde vive. aseveró.
