El ensayo, iniciado en octubre, combinará la estimulación eléctrica con una rigurosa terapia ocupacional durante los próximos tres meses
Una nueva puerta a la independencia funcional se abrió para pacientes con esclerosis múltiple avanzada.
El Hospital del Mar de Barcelona lidera un ensayo clínico internacional y pionero que utiliza la estimulación eléctrica espinal para tratar a personas con la forma progresiva de esta enfermedad neurológica.
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El objetivo central del estudio es comprobar si esta terapia puede permitir a los pacientes recuperar el control parcial del movimiento en sus brazos y manos, un área de la funcionalidad gravemente comprometida en fases avanzadas del padecimiento.
La innovación radica en el mecanismo de acción de la estimulación. Según detalló el jefe del Servicio de Neurología del Hospital del Mar, Pablo Villoslada, la terapia logra un efecto radical. Esta estimulación «incrementa la capacidad de movimiento y activa la parte de la médula que regula los músculos, aunque no llegue la orden desde el cerebro«.
El hallazgo implica que la estimulación eléctrica puede anular o sortear parcialmente el daño generado por la esclerosis múltiple, la cual deteriora la capacidad del sistema nervioso central para transmitir señales al organismo. La médula espinal se convierte en el motor primario del movimiento rehabilitado.
Esfuerzo clínico meticuloso
El estudio, según reseñó EFE, es un esfuerzo conjunto que involucra a ochenta personas con esclerosis múltiple progresiva en fase avanzada.
Además del Hospital del Mar, participan el Hospital Clínic y el Hospital Sant Pau, ambos en Barcelona, y el prestigioso Erasmus University Medical Center de Róterdam (Países Bajos).
El ensayo, iniciado en octubre, combinará la estimulación eléctrica con una rigurosa terapia ocupacional durante los próximos tres meses.
Anna Guilén-Solà, jefa del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital del Mar, enfatizó que la clave reside en la sinergia. «La combinación de intervenciones de rehabilitación con los estímulos eléctricos puede potenciar la recuperación funcional en pacientes con trastornos neurológicos», afirmó.
En poco más de un año, los equipos clínicos esperan obtener resultados definitivos que confirmen si el tratamiento mejora sustancialmente la calidad de vida y la autonomía de los participantes. El éxito se medirá en acciones cotidianas y esenciales, como la capacidad de manipular un dispositivo móvil o comer sin necesidad de asistencia.
De confirmarse su efectividad, la inmediata aplicación de esta combinación terapéutica abriría una ruta de tratamiento de esperanza tangible para miles de pacientes afectados por trastornos degenerativos del sistema nervioso.



