El 1% de la población mundial padece vitiligo, una enfermedad
autoinmunitaria, donde se origina por un trastorno de la pigmentación adquirido
caracterizado por manchas blancas en la piel, que van aumentando de tamaño
con el tiempo y que corresponden a una pérdida de la función de los melanocitos y
en algunas ocasiones a los folículos pilosos.
El doctor Emilio Mehrez, especialista en Dermatología, habla sobre el
vitiligo, y señala que es padecida por ambos sexos, sin embargo, mayormente la
población femenina se ve más afectada debido al impacto de la enfermedad en el
ámbito estético, por lo que resalta que es importante que los pacientes sean
tratados a su vez por psicólogos.
“Hay mitos sobre que el vitiligo se contagia a través de la sangre, lo cual es
totalmente falso, pues esta enfermedad no es contagiosa”, dice Mehrez. También,
cuenta que desde el punto de vista patológico el origen de esta enfermedad no
está claro, pues existen tres teorías: genética, neural y autoinmunológica.
En la primera teoría genética, hace referencia sobre la existencia de un gen
recesivo por herencia directa, es decir, que si el padre o la madre padecen vitíligo
hay un 10% de probabilidades de que un descendiente directo lo contraiga. En
cuanto a la segunda teoría neural, las intervenciones neurológicas influyen y
actúan en el melanocito creando una reacción de antígenos-anticuerpos,
ocasionando así un vitíligo segmentado. Y la tercera, la teoría autoinmune, que
cobra mayor fuerza, porque depende del factor emocional y es el detonante, por lo
que se recomienda una valoración psiquiátrica.
Tomando en cuenta estas tres teorías, considera el especialista, que a su
modo de ver, la teoría autoinmune tiene mayor fuerza, no obstante, la presencia
del factor genético contribuye a la detonación del vitiligo, pero no es tan relevante
como los factores emocionales. “Con la pandemia del Covid-19, el vitiligo se ha
exacerbado, ante el impacto que causó a nivel emocional en la población”.
¿Cómo se diagnostica?
Debe ser diagnosticado por un especialista dermatólogo, a través de un
examen físico, utilizando la lámpara de Wood, la cual cuenta con una luz
ultravioleta que se enfoca en la piel, indicando la cantidad de manchas en la piel
que tiene el paciente en el cuerpo y se ordenan los exámenes pertinentes según
sea el caso.
¿Tiene cura?
Existe un gran número de tratamientos, sin embargo, hasta el momento no
logrado elaborar un fármaco que elimine la enfermedad un 100%.
La vida con vitiligo
Lilibeth Torres a sus 17 años debido a una explosión de horno sufrió quemaduras de primer, segundo y tercer grado, lo que la llevó poco a poco a desarrollar vitiligo en su rostro, inicialmente. Luego de haber pasado por varios eventos, este choque de emociones provocó el desarrollo de esta patología en el resto del cuerpo.
“Al descubrir que tenía vitiligo me sentí mal, ya que su aparición inició en el rostro y las personas se me quedaban viendo y no se me acercaban, porque creían que era contagioso”, relató Lilibeth
Para ella, su familia fue el pilar y motivación para seguir adelante, pues piensa que lo importante está “en el tipo de persona que uno es y no como luzcas”.
Actualmente, Lilibeth es una persona sana y llena de alegría, quien aprendió a querer su cuerpo y disfrutar de los momentos en familia. “Tenemos que aceptarnos tal y como Dios nos trajo al mundo, si decidió que tuviésemos dos colores en nuestras piel, es porque nos quiere diferenciar del resto…si nosotros nos aceptamos, el resto de las personas también lo harán”, aconseja Lilibeth.
Coordenadas
Dr. Emilio Mehrez Médico Dermatológico
Médico Cirujano Universidad de Carabobo
Especialista en Gerencia Hospitalaria Universidad de Carabobo
Especialista en Dermatología egresado del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana-Cuba
Magister en Leprología Instituto Fontilles de Alicante.