La combinación de ‘quimio’ e inmunoterapia sirve para operar tumores antes inaccesibles. «Supone un avance real para pacientes con un pronóstico limitado a unos 15 meses».
«No hay nada que hacer, pero lo vamos a intentar todo». En 2017 esto es lo que le dijo Fabio Franco, oncólogo en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid, a José Ramón Pérez. Un tumor de cinco centímetros junto a uno de sus pulmones ponía en riesgo su vida.
Las opciones quirúrgicas eran complicadas por su situación junto al corazón. Pero había una oportunidad que tenía forma de ensayo clínico: una combinación de quimioterapia e inmunoterapia empleada antes de la cirugía para reducir la masa del tumor.
José Ramón hoy está libre de la enfermedad y es uno de los pacientes que se incluyó en los primeros estudios denominados Nadim, que puso en marcha el equipo liderado por el jefe de Oncología Médica del centro madrileño, Mariano Provencio. «Es una terapia de corta duración, solo tres dosis de nivolumab, junto la quimioterapia, eso da muy poca toxicidad añadida», explica el también presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP).
Esta forma de tratar el cáncer de pulmón supone una gran oportunidad para los pacientes con un tumor en estado III. «Cerca de un 30% de los pacientes se diagnostican en esta etapa, pero con las actuales estrategias terapéuticas la supervivencia es limitada. Por eso los datos de Nadim suponen un avance real para un grupo de pacientes importante con un pronóstico limitado pese a diagnosticarse en etapas precoces. El pronóstico era de 15 meses de supervivencia libre de progresión», recalca Provencio.
Los últimos datos de Nadim II han visto la luz esta semana en The New England Journal of Medicine (NEJM) y supone un cambio total en el abordaje de este tipo de tumores. Este estudio español consolida una nueva forma de tratar el cáncer de pulmón inicial que eleva un 20% la supervivencia. De forma que al año más 6.000 pacientes como José Ramón podrán beneficiarse de su impacto.
Tras las tres dosis, revisaron el tumor de José Ramón. Se había reducido hasta los dos centímetros y ahora sí era operable. «Cuando me operaron, me dijo el cirujano: ‘Ya no hay tumor’. Y yo les contesté: ‘En serio, entonces para qué me habéis abierto’. «Me dejaron como nuevo».
José Ramón no dudó en entrar en el ensayo clínico cuando se lo plantearon. «Y lo volvería a hacer, porque no hay duda que hicieron lo que pudieron y hoy puedo seguir andando mis cuatro horas diarias y haciendo senderismo sin problemas», dice quien a sus 67 años presume de tener una gran actividad física.
«Más de 6.000 pacientes pueden beneficiarse de mejoras en la respuesta al tratamiento y la supervivencia cada año en España», asegura el máximo responsable del estudio.
«La repercusión es importante puesto que hablamos de abrir la puerta a la curación del tumor en este grupo de pacientes. Hay que tener en cuenta que en cáncer de pulmón esto es siempre complicado, aún cuando hemos detectado el tumor en etapas iniciales. Va a obligar a cambiar el enfoque global de este tumor».
El doctor Provencio recuerda que, pese a las buenas noticias de hoy, tuvieron que convencer a muchos de que merecía la pena poner en marcha el ensayo. «En 2016, con el primer Nadim, tuvimos que convencer a mucha gente que nos apoyara económicamente”.
Junto a José Ramón, otros 45 pacientes fueron incluidos en el primer Nadim. Esta fue la primera investigación a nivel mundial que analizó los beneficios (viabilidad, seguridad, eficacia y supervivencia) de administrar quimio-inmunoterapia con nivolumab antes de cirugía y nivolumab en monoterapia después de la cirugía a pacientes con cáncer de pulmón en estadios iniciales o localmente avanzados.
La idea surgió de «datos previos, preclínicos, con ratones; vimos la buena sinergia de ambos tratamientos. Después, teníamos presente la situación de estos pacientes que, siendo potencialmente operables, carecían de casi avances en los últimos 30 años. Y decidimos buscar financiación para hacer el estudio y la conseguimos».
Las cifras que se desprenden del ensayo Nadim II son el mejor aval de este planteamiento, además del testimonio de José Ramón. El trabajo que recoge la publicación científica expone que más de un tercio (36,8%) de los pacientes con este nuevo esquema logran una reducción completa del tumor, frente al 6,9% que se trató con quimioterapia sola.
En la actualidad, sólo un 30% de estos pacientes sobreviven a cinco años. Con el esquema Nadim este porcentaje podría alcanzar al 70%.
Además, más de ocho de cada diez de los diagnosticados están vivos a los dos años frente al 63% que lo hace con el enfoque tradicional. Así, hasta un 93% de los pacientes tratados con quimio-inmunoterapia pudieron optar a cirugía posterior frente al 69% que no recibió tratamiento anterior.
En España se reclutó 86 pacientes procedentes de 20 centros hospitalarios para la segunda parte del ensayo. Nadim II fue posible gracias a los buenos resultados que se publicaron del primer piloto en 2020 en The Lancet.
«Fue un cambio de enfoque que se gestó desde un grupo de investigación clínica independiente en España. Los resultados fueron tan espectaculares (81,9% de los pacientes vivo a tres años, un 69,6% no tuvo progresión de la enfermedad transcurridos los tres años y un 63% ausencia de tumor en la cirugía) que captamos el interés internacional y se lanzó un estudio mundial en esta línea que validó los datos de Nadim y que fue clave para la aprobación acelerada por parte de la FDA de este tratamiento», explica el presidente del GECP.
De aquí la enorme repercusión del trabajo. «Este estudio español publicado en NEJM ha abierto la puerta a un cambio global en el tratamiento de los pacientes con cáncer de pulmón precoz», subraya Provencio, quien explica que «en Estados Unidos, la FDA realizó una aprobación rápida para que este esquema de tratamiento esté disponible en centros hospitalarios norteamericanos, también el National Institute for Health and Care Excellence (NICE) ha expresado su opinión favorable destacando su coste-efectividad y esperamos que llegue este año a Europa también. Un cambio global que se inicia y consolida con una investigación 100% española».
Para Provencio lo importante es que este avance llegue pronto a los pacientes como José Ramón. «Ya contamos con la opinión positiva del CHMP europeo», añade y apunta a que en España «ya hay hospitales que lo han incorporado a su práctica clínica dado el beneficio obtenido».
El presidente del GECP añade que «no estamos hablando de un fármaco únicamente. Hablamos de un cambio en el abordaje y la estrategia terapéutica que implica a muchos profesionales: patólogos, cirujanos, oncólogos o radioterapeutas. Hemos encontrado una mejora significativa que puede encaminarnos a la cura de un número significativo de pacientes después de décadas sin avances».
Fuente: Diario Médico