El vaginismo es una disfunción sexual femenina caracterizada por la contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico alrededor de la vagina, lo que provoca un cierre parcial o total de la misma. Esto genera dolor e imposibilidad para la penetración, ya sea durante relaciones sexuales, exploraciones ginecológicas o la inserción de tampones. Según Rebeca Lajos Rañó, psicóloga-sexóloga en Aidé (Sevilla), si la penetración es posible pero dolorosa, se clasificaría como dispareunia.
Incidencia y Edad de Aparición
En España, aproximadamente un 12% de las mujeres sufren de vaginismo, un trastorno que puede aparecer tanto en la adolescencia como en la edad adulta. En la adolescencia, los intentos de penetración o la inserción de tampones pueden generar tanta tensión que las mujeres evitan estas situaciones. En casos de vaginismo secundario, la dificultad para mantener relaciones sexuales se desarrolla después de haber tenido relaciones previas sin problemas, y la edad de aparición es más variable.
Síntomas del Vaginismo
Los síntomas más frecuentes incluyen:
- Dolor ante la penetración vaginal (con tampones, copas menstruales, etc.).
- Ardor, escozor y molestias durante las relaciones sexuales.
- Dificultades en pruebas ginecológicas, como la citología.
- Espasmos musculares en otras zonas, como piernas o lumbares.
- Otras reacciones durante las relaciones sexuales, como dificultades para respirar o palpitaciones.
- Disminución de la líbido.
Causas del Vaginismo
Las causas del vaginismo pueden ser físicas o psicológicas. Entre las causas físicas se encuentran:
- Himen rígido.
- Endometriosis.
- Tumores pélvicos.
- Estenosis de la vagina.
- Hemorroides.
- Inflamación de la pelvis.
- Carúnculas uretrales.
Las causas psicológicas son más frecuentes e incluyen:
- Ansiedad anticipatoria ante la penetración.
- Educación sexual restrictiva o basada en mitos.
- Miedo al coito y/o embarazo.
- Experiencias sexuales o ginecológicas negativas.
- Violación, abusos o agresiones.
- Estados depresivos y/o ansiosos.
- Autoimagen corporal negativa.
- Hostilidad hacia la pareja.
Tratamientos para el Vaginismo
El tratamiento del vaginismo debe abordar tanto el origen del trastorno como las características individuales de cada mujer. Se trabaja en varios niveles, incluyendo psicológicos, físicos, eróticos y de pareja. Las estrategias incluyen:
- Desdramatizar y desculpabilizar a la paciente y a su pareja.
- Técnicas de relajación y ejercicios de Kegel.
- Trabajo sobre pensamientos asociados al dolor y la penetración.
- Educación sexual sobre el cuerpo.
- Uso de dilatadores progresivos para desensibilizar la penetración.
Impacto en la Pareja
El vaginismo puede afectar negativamente la dinámica de pareja, al limitar prácticas sexuales y dificultar la posibilidad de tener hijos de manera natural. La reacción de la pareja es crucial: la presión o exigencia puede empeorar el problema. La comprensión y paciencia son esenciales, así como la participación activa de ambos en el tratamiento. El apoyo mutuo y seguir las recomendaciones del profesional pueden llevar a una mejora significativa en el tratamiento.