Las epilepsias son afecciones crónicas que se caracteriza por una descarga eléctrica
anormal del cerebro que provoca convulsiones y pueden ocurrir como resultado de
un trastorno genético o de una lesión cerebral adquirida, por un traumatismo o
derrame cerebral y aunque existen tratamientos que pueden ayudar a calmar esta
enfermedad, no tiene ningún tipo de cura.
Es así como lo explica, la especialista Reymar Sáez, pediatra puericultora y neuróloga infantil, indicando que la epilepsia está clasificada en varias etapas, una de ellas es la
sintomática que se presenta cuando el paciente tiene alguna afectación o malformación a nivel cerebral.
También, está la epilepsia idiopática que todavía sigue en estudio y no se conoce su
causa específica, pero según señalan tiene un componente genético hereditario familiar.
La epilepsia puede desencadenar cambios en el comportamiento y el movimiento
del cuerpo, en algunos casos, produce pérdida del conocimiento. “Si hay malformaciones a nivel cerebral depende del tipo, puede generar epilepsia. Si hubo antecedentes durante el embarazo como amenaza de aborto, parto pretérmino, bajo peso, prematuridad y oxigeno
por ventilación mecánica, esto se convierte en una causa de epilepsia”, apunta.
Pero hay que destacar que un solo episodio de convulsión no caracteriza la
epilepsia y para diagnosticar la enfermedad son necesarios al menos dos o más
ataques con intervalos variables. Las causas pueden ser genéticas o resultar del
agravamiento de una enfermedad neurológica.