La Celiaquía es una enfermedad del aparato digestivo de origen genético con carácter autoinmune, que afecta el revestimiento del intestino delgado a consecuencia de la intolerancia al gluten, lo que origina una enteropatía crónica con alteraciones para la absorción de nutrientes, lo que repercute negativamente en el ser humano, además implica un cambio radical de hábitos y estilos de vida.
Esto se desprende de lo expuesto a Bisturí Magazine por la doctora Mayra Martínez, profesional de reconocida trayectoria, nacida en Maracaibo, especialista en enfermedad Celiaca, Inmunología del Autismo, Inmunóloga Clínica y Alergóloga, en la Clínica Renace, en Caracas, además gerente de Progurt, directora general de allergoinmun laboratorio y presidenta de la Fundación Celíaca de Venezuela, entre otras responsabilidades.
Durante la entrevista, destaca que se trata de una patología compleja que se refleja cuando el cuerpo humano es incapaz de reconocer las proteínas del gluten, con respuestas agresivas de autodestrucción y así coexistir con otras alergias o intolerancias que ameriten más cuidados.
A la Celiaquía se le asocian alrededor de 300 síntomas y más de 1200 patologías, agrupados en dos formas, como son las manifestaciones gastrointestinales y las extraintestinales, todo esto fundamentado en la importancia del intestino y su mucosa como barrera de defensa quel se ve afectada por las reacciones inmunes tras la ingesta de gluten, lo cual altera la absorción de nutrientes.
Síntomas varían
Los signos y síntomas de la enfermedad celíaca pueden variar ampliamente y para los adultos incluyen: diarrea , fatiga , pérdida de peso , distención abdominal y gases , dolor abdominal, náuseas y vómitos ,estreñimiento sin embargo, más de la mitad de celíacos presentan síntomas que no están relacionados con el sistema digestivo tales como anemia, osteoporosis, reblandecimiento óseo , erupción cutánea con picazón y ampollas, úlceras en la boca , dolores de cabeza y fatiga , lesión del sistema nervioso, incluidos entumecimiento y hormigueo en los pies y las manos, posibles problemas con el equilibrio y deterioro cognitivo, infertilidad.
Mientras los niños que sufren Celíaquía son más propensos a sufrir problemas digestivos, incluidos: náuseas y vómitos, diarrea crónica, abdomen hinchado, estreñimiento, gases , heces pálidas y con mal olor, la incapacidad de absorber los nutrientes pueden ocasionar retraso en el desarrollo de los bebés, daño al esmalte dental, pérdida de peso , anemia, irritabilidad , baja estatura, pubertad tardía, síntomas neurológicos, así como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), Tea, problemas de aprendizaje, dolores de cabeza, falta de coordinación muscular y convulsiones .
Gluten y genes
La enfermedad celiaca tiene una predisposición genética, que como explica la especialista Martínez, es una de las razones fundamentales y claves que actúan con detonantes para la activación de genes de histocompatibilidad, que dependiendo del entorno comprenden: exposición ambiental, estrés, alimentaciones ricas en azucares refinados, gluten (trigo, cebada, centeno y avena), infecciones recurrentes, alteraciones en la permeabilidad intestinal, alteraciones en la microbiota intestinal.
En vista de la diversidad de síntomas hay que tomar en cuenta si los mismos aparecen y están relacionados con la ingesta, inhalación o contacto con gluten, ya que de cualquiera de estas formas el cuerpo reaccionara de manera agresiva y se visibiliza la enfermedad, al mismo tiempo es de señalar que la enfermedad celíaca se da casi exclusivamente en pacientes que expresan moléculas MHC que sirven para ayudar al sistema inmune a diferenciar entre lo propio y ajeno, a través del sistema HLA DO2 y HLA D08, marcadores genéticos de esta patología, pero que sin la presencia de estos genes no hay Celiaquía y también la carga de gluten es un factor clave, porque “no hay enfermedad celíaca sin gluten y sin genes”.
Y su tratamiento radica en la eliminación del contacto e ingesta del gluten, tomando en cuenta los cuidados que debe tener el paciente si es adulto y si es un niño, informar a la familia de la condición, incluso a la escuela, porque contactos por cualquiera de estas vías mantendrá la enfermedad activa y pueden surgir complicaciones médicas.
Resalta Martínez, que algunos consideran exagerado el cuidado que se indica a los pacientes, pero solo aquellos que lo experimentan, entienden como se debe actuar ante una enfermedad donde el cuerpo humano es incapaz de reconocer las proteínas del gluten mostrando una respuesta agresiva de auto destrucción.
“Hoy en día existen muchísimas personas comprometidas con esta patología, emprendedores que han incursionado en la cocina libre de gluten con la utilización de vegetales, carbohidratos, frutos secos, guisantes como herramientas para sustituir la ingesta de harinas por cereales con productos seguros que garantizan la salud del paciente, lo que resulta muy positivo”, concluye.
