A juicio de la doctora Yelitza Meléndez a quienes padecen esta enfermedad hay que enseñarles a llevar su nuevo estilo de vida.
Cuando en un niño o adolescente se observa que orina con frecuencia y la sed incrementa de manera exagerada, al tiempo que presenta pérdida de peso y del apetito, pueden considerarse entre los síntomas que más preocupan a progenitores al momento de la consulta, porque son característicos de la Diabetes Infantil-.
Así lo señala la pediatra y endocrinóloga infantil, Yelitza Meléndez, egresada de la Universidad Lisandro Alvarado (UCLA), quien cursó especialización en el Hospital de Niños “J.M de los Ríos”, en Caracas y en entrevista concedida a Bisturí Megazine conversó sobre el tema.
Explica Meléndez, que la diabetes tipo 1 ó diabetes mellitus muestra síntomas bastante comunes, mientras que la diabetes tipo 2, se detecta por presentar poliuria, es decir, frecuente ganas de orinar; polidipsia, que se caracteriza por excesiva sed y completa el cuadro la pérdida de peso.
Cuáles complicaciones se pueden presentar?
-En la diabetes pueden surgir complicaciones agudas como crónicas, por lo cual es necesario que la madre y el padre, conozcan acerca de la enfermedad porque les permite detectar las complicaciones que genere a su hijo o hija, por lo tanto estarán pendientes y atentos, para tratar de controlar al máximo la diabetes, a objeto de establecer un control metabólico- asegura la especialista.
Entre las complicaciones agudas, menciona en primer lugar, la denominada Cetoacidosis, que aparece con la elevación extrema de la glicemia que causa descomposición en el cuerpo, debido a que no se controla a tiempo o no se coloca la dosis de insulina, que esté vencida o cuando el niño come más de lo normal,. Pero, advierte la especialista, que todo esto se puede evitar con buen control metabólico, aplicando un tratamiento con insulina, una nutrición balanceada y ejercicios, para así lograr mantener la glicemia en los niveles establecidos y adecuados al organismo.
En segundo lugar, está la Hipoglicemia, es cuando se coloca una dosis mayor de insulina, el niño pierde apetito, ya que durante los ejercicios hay un consumo mayor de glucosa, por lo cual el medicamento indicado resulta insuficiente, presentando el niño mareos, lenguaje confuso, desmayos y en casos extremos ocasiona la muerte.
Con relación a las complicaciones crónicas, adiciona Meléndez, que cuando la glicemia es muy alta en el niño, puede producir alteraciones en el riñón, la vista, ocasiona trastornos cardiovasculares, en las terminaciones nerviosas y de irrigación, así como la alteración de erosión en los miembros inferiores (rasguños y raspaduras), con lesiones que tardan en cicatrizar. y están expuestos a sufrir una infección.
“Afortunadamente, el pié diabético no es común en niños. Sin embargo, para que ocurran complicaciones, debe haber transcurrido más de cinco años padeciendo una diabetes mal controlada y lo procedente, es que el paciente aprenda a llevar su nuevo estilo de vida”, puntualiza la especialista.