La relación entre ciencia, religión y el concepto de pecado, haciendo énfasis en la
figura de José Gregorio Hernández y su impacto en la historia, constituyó el tema
central del encuentro espiritual sostenido con profesionales de la medicina, en
homenaje a la canonización del ilustre médico trujillano, programado por la
Comisión Diocesana del Sector Salud y la Diócesis Acarigua- Araure, realizado en
la capilla San Giuseppe, con sede en el Centro Italo Venezolano de esta localidad.
En un emotivo conversatorio, el doctor Rachell Rondón, oftalmólogo de reconocida

trayectoria y estudioso de la Teología, destacó la figura del primer santo venezolano, especial actividad presidida por Monseñor Gerardo Salas Arjona, obispo de la Diócesis de Acarigua- Araure y el presidente del Colegio de Médicos de Portuguesa, doctor Carlos Casal, con la asistencia de representantes de la Comisión Diocesana y demás invitados.
Con una oratoria cautivadora, el doctor Rondón se adentró en el histórico
conflicto entre la fe y las corrientes reduccionistas que, a lo largo del tiempo, han intentado relegar a un segundo plano la filosofía y la religión, aspectos no
cuantificables pero esenciales de la existencia.
Rondón, ofreció una perspectiva conmovedora sobre la Iglesia como cuna del
conocimiento, desmantelando la visión simplista de la Edad Media como un
período de oscurantismo y, en cambio, elevando la labor de los monjes y la
fundación de las universidades y en cada palabra resaltó la genialidad de Dios
en la narrativa histórica.
Abordó la carga emocional y la presión abrumadora que soportan los médicos,
especialmente, ante el espectro ineludible de la muerte. “Un médico reflexiona
sobre su vida y la dedicación a su vocación, sintiendo una conexión profunda con
la salud y el sufrimientos de sus enfermos”, expresó.
Ultima ofrenda
En su intervención, el doctor Rondón, revivió el instante que partió la historia por el
trágico accidente del doctor José Gregorio Hernández y relató cómo la vida del
Beato cambió drásticamente, llevándolo a una profunda meditación sobre la fe y
la importancia de la oración..
“En 1919, al cumplir sus 30 años de ejercicio como médico estaba muy contento
porque un día anterior a este aniversario se había firmado el tratado de Versalles,
que puso fin a la Primera Guerra Mundial. Ese día mientras iba a la farmacia a
comprar remedio para una paciente que no tenía sustento, al cruzar la calle, uno
de los 70 carros que existían para ese entonces, lo arrolló,” narró, resaltando el
acto final de servicio y caridad que selló el destino del futuro santo.
En esta anécdota, el orador resaltó la humanidad desbordante del médico trujillano
y su deseo inquebrantable de ayudar, a pesar de las dificultades y la culpa
intrínseca a la profesión, concluyendo con una profunda invocación que reconocía
la grandeza de la vida y la intercesión de los justos.
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Fuente de inspiración

Monseñor Gerardo Salas, expresó la gratitud de la Diócesis de Acarigua- Araure,
por este conversatorio que celebra la vida y canonización de José Gregorio Hernández, insigne médico venezolano, destacando como las palabras del doctor Rondón subrayaron las dimensiones cruciales de la medicina como son la dignidad humana, el servicio, la fe, la ética y la dimensión humanitaria.
“Se enfatiza la importancia de escuchar y atender a los pacientes con amor y respeto, se insta a los médicos a integrar la ciencia, la ética y la fe en su práctica,” mencionó Monseñor Salas, expresando el ferviente deseo de que la intercesión de San José Gregorio Hernández se convierta en una fuente de inspiración perpetua para los profesionales de la salud en su noble vocación de amor y servicio.
El encuentro de espiritualidad y reflexión, concluyó con las palabras de agradecimiento de la doctora. Xiomara Saavedra, hematóloga, por la colaboración
de las distintas comisiones a la realización de este acto, dejando en el aire la certeza de que el espíritu del Médico de los Pobres sigue sanando almas en
Portuguesa.



