A pesar de que en la actualidad la Otorrinolaringología ha extendido su ámbito de actuación, los especialistas a diario siguen atendiendo una de las afecciones más frecuentes y tratadas: la otitis, una inflamación en el oído causada por una infección viral o bacteriana, que se manifiesta en niños y adultos, incidiendo en sus actividades de la vida diaria.
De una forma más diáfana, la doctora Adrimar Villabona, Médico Otorrinolaringólogo del Centro Clínico Los Cedros de Acarigua, aborda que para hablar de la otitis depende de su clasificación, “es importante saber qué parte del oído está afectada porque tiene tres partes: el oído externo, el medio y el interno. Si se tiene la inflamación del Conducto Auditivo Externo (CAE), se trata de otitis externa; cuando hay afectación de la caja timpánica, en el oído medio, que se relaciona con la nariz, es otitis media, que puede ser aguda o serosa (acumulación de líquido en el oído medio con integridad de la membrana timpánica)”.
Villabona, comenta que “al tener afectación en el oído interno, hay otras alteraciones de diversas patologías, sobre todo al estar afectados por virus, que pueden traer otro tipo de síntomas”.
A esto-apunta la otorrinolaringólogo- se le agrega la importancia del sistema vestibular central, donde se encuentra el sentido del equilibrio, se puede experimentar el vértigo. Además, en algunas ocasiones, abarca la base de cráneo, se pueden sentir trastornos como la Cefalea, pérdida de la audición (sordera) y algún tipo de tumores.
“Pero para llegar a un diagnóstico más preciso, en caso de tener algún ruido en los oídos, se debe realizar un estudio audiológico, para descartar cómo está ese oído interno”, indica.
La relación con el medio ambiente
Cabe recordar, que la otitis va a afectar a los niños con una probabilidad de, al menos, un 90% durante su infancia y todo pasa principalmente por su relación con el medio ambiente: es la etapa donde asisten a guarderías, colegios, realizan actividades extracatedráticas, como clases de natación, donde tienen mayor exposición a distintos virus.
“El crecimiento cráneo-facial avanza en esta etapa del niño y la conexión de oído, nariz y garganta, es muy próxima; entonces, es la Trompa de Eustaquio lo que comunica la nariz con el oído y tiene una forma oblicua, pero en edad escolar su forma es longitudinal, por lo que hay mayor comunicación y más posibilidad de tener otras afecciones; por lo que hay que descartar cualquier proceso a nivel nasal”, precisa Villabona.
Los infantes pueden presentar síntomas como: dolor en el oído, alzas térmicas (fiebre), salidas de secreción a través del conducto auditivo externo y puede haber “una perforación de la membrana timpánica”.
Los adultos no quedan exentos de dicha afección. “Al adulto le da otitis, pero no con la misma intensidad que al niño. Es más frecuente la otitis externa, debido a que está presente la manipulación del adulto de estar tocándose el conducto auditivo, realizándose limpieza excesiva, insertándose distintos elementos (palitos de algodón, llaves, ganchitos), y eso produce un proceso inflamatorio; también puede sufrir otitis media, pero más que todo luego de haber presentado un proceso viral”.
Por último, Villabona subraya que “los oídos no deberían tocarse, ya que son bastante delicados”; al mismo tiempo, exhorta a que si se siente algún síntoma o se observa que un niño no escucha o tiene la televisión en volumen alto, es importante estar pendiente por si hay secreción o dolor y, en tal caso, asistir a consulta.
Coordenadas:
La doctora Adrimar Villabona, es egresada como Médico Cirujano de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), Barquisimeto, edo. Lara, en el 2004; luego obtiene su especialidad en Otorrinolaringología en la misma casa de estudios en 2010; realiza una Maestría en Rinología y Cirugía Facial en 2011. En la actualidad presta sus servicios en el Centro Clínico Los Cedros, Acarigua, edo. Portuguesa, y en la Clínica Concepción, ubicada en Barquisimeto.