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La ingesta de sustancias cáusticas “el trago amargo” de los niños

En algunos casos las lesiones de los niños son devastadoras y peligrosas, advierte el gastroenterólogo Daniel Villalobos

Hoy en día, entre las afecciones que se observan en el área de la Gastroenterología Infantil, son reiterativos los casos de niños con ingesta de sustancias cáusticas: cuando han consumido químicos alcalinos o ácidos.

La ingesta de las sustancias cáusticas puede causar quemaduras graves en la boca y en el tubo digestivo, pues  afectan todos los tejidos que tocan.

El doctor Daniel Villalobos, gastroenterólogo infantil y pediatra-puericultor, quien presta sus servicios en la Clínica de Especialidades Médicas Los Llanos (Cemell), de Acarigua y en el Hospital Privado de Occidente (HPO) de Araure, al hablar del caso nos explica que las ingestas de sustancias cáusticas en los niños pueden producir una lesión progresiva y devastadora en el esófago y el estómago, siendo más frecuentes en edades comprendidas  entre 1 a 3 años de edad.

Los infantes pueden presentar síntomas como babeo, disfagia (dificultad para tragar), dolor en la boca,  en el pecho o en el estómago; además puede producirse estenosis, que es una disminución o estrechez del calibre del tubo digestivo.

A escala mundial el 80% de las ingestiones de los cáusticos se producen en los niños pequeños, las cuales son accidentales y en pequeñas cantidades, como consecuencia de utilizar envases de consumo masivo, por ejemplo, los usados para las gaseosas o refrescos, en el transporte y almacenamiento de productos corrosivos; lo que incita al niño a tomarlo.

El grado de lesión

De acuerdo a lo expresado por el gastroenterólogo infantil Villalobos, se debe considerar el grado de lesión que produzca la ingestión de los cáusticos, debido a que el paciente puede pasar de recomendaciones generales hasta actos quirúrgicos.

“La endoscopia digestiva superior (gastroscopia) es el método de excelencia para cuantificar los daños producidos, ya que por las lesiones evidentes en la boca no se puede estimar las que son esofágicas o gástricas, la cual se debe realizar entre las 6 y 24 horas luego de la ingesta del cáustico”, indica el especialista.

En este sentido, detalla que el esófago, que por lo general es la zona que más se lesionan, se va estrechando por la cicatrización de manera concéntrica dejándolo totalmente obstruido, sí al niño se le pueden realizar endoscopias a repetición, muy posiblemente esta estrechez no llegue a ser tan severa y después cumplir los procesos para producir la dilatación y ensanchar el conducto que conecta la garganta con el estómago.

Asegura el especialista, que en el mejor de los casos el esófago queda con una apertura parcial que permite la ingesta de los alimentos, pero que nunca vuelve a ser igual.

“En ocasiones, es imposible lograr la dilatación. Se practica una transposición, se trasplanta un pedazo de colon hacia el tórax, sustituyendo el esófago, desde la garganta hasta el estómago. Otra técnica es subir del estómago a la garganta, de manera que este quede dentro del tórax, pero lo ideal es que nunca pase”, comenta.

Los adultos somos responsables

Con gran preocupación, el gastroenterólogo infantil, ha visto la poca importancia que se le da a este tema y señala, sin medias tintas, que “somos los adultos los responsables de estas situaciones y acciones”.

Debido a esto, Villalobos exhorta al uso adecuado de los mencionados envases, etiquetarlos y almacenarlos en sitios seguros, ya que así se evitaría el «trago amargo» a los niños, por la ingesta de sustancias cáusticas.

 Coordenadas

 Dr. Daniel Alfonzo Villalobos Matos

Es  médico cirujano egresado de la Universidad Centroccidental LisandroAlvarado (UCLA); obtuvo su Licenciatura en Bioanálisis, en La Universidad del Zulia (LUZ); se especializó en Puericultura y Pediatría en la UCLA, como también en Gastroenterología y Nutrición Pediátrica, en el Hospital “Dr. Miguel Pérez Carreño” de Caracas.

Igualmente, ejerció la presidencia de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría (SVPP)  de la filial Portuguesa  en 2007–2011, es miembro activo de la Sociedad Venezolana de Gastroenterología (SVG) y de la Sociedad Latinoamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (LASPGHAN). Actualmente, es subdirector docente del Hospital “Dr. José Gregorio Hernández” del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) y director del posgrado de Puericultura y Pediatría (núcleo UCV), en la sede del IVSS, en Acarigua

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