La Epilepsia suele ser un trastorno muy común pero del que poco se educa

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La epilepsia es uno de los trastornos neurológicos más comunes, no transmisible, y se estima que hasta el 70% de las personas con epilepsia pueden llevar una vida normal si reciben el tratamiento adecuado. Sin embargo, aún se continúa hablando de esta patología con gran estigma hacia quien lo sufre en estos tiempos modernos.

En este sentido el doctor Gustavo Paredes, neurólogo de la Unidad de Endocrinología y Nutrición (Endoclic) del Centro Clínico Los Cedros, de Acarigua, y del Centro de Diágnostico Médico Atrium, de Mérida, edo. Mérida, dicha patología se observa al manifestarse “una actividad eléctrica de la neurona excesiva, anormal, que provoca alteraciones repentinas y transitorias en la percepción, el comportamiento o la movilidad de la persona”.

“La epilepsia puede ser sintomática, de una causa genética o idiopática (sin causa evidente); cuando es estructural, debido a otras causas, se deben buscar cuáles son. Puede ser debido a un ACV, un infarto, una hemorragia cerebral, una malformación por causa durante el embarazo o el nacimiento, un tumor, infecciones, parásitos, meningitis, golpes”, detalló Paredes.

Además, el neurólogo indicó que para diagnosticar epilepsia no puede ser a partir de un solo episodio sino “cuando ya se tienen dos crisis epilépticas en un lapso mayor de 24 horas; de resto puede ser una crisis aislada”.

Fomentar educación

De acuerdo con el experto, aunque desde el mundo de la medicina se está constantemente actualizando en cuanto al tema, hace mucha falta fomentar la educación dirigida hacia la gente.

“Es complejo porque tiene múltiples funciones, facetas. Siempre se presentan varios tipos de crisis, hay de tipo focal, la generalizada, la focal-generalizada y a desconocida.  Por ejemplo, cuando es focal se puede confundir con otras patologías, un ataque de pánico se puede confundir con un tipo de crisis focal de lóbulo temporal o tener un síncope vasovagal (te desmayas, el cuerpo reacciona de manera desproporcionada) y puedes estar convulsionando, pero no sufres de epilepsia”, explicó el doctor.

Paredes, subrayó que es importante mejorar en la sociedad la forma de llamar a los pacientes. “La terminología debe ser la más adecuada. No debemos decir “epiléptico” sino “tengo epilepsia” o “sufro de epilepsia”, ya que es discriminatorio, baja la autoestima y afecta a la persona. Entonces, si tienes epilepsia es distinto, eres potencialmente tratable, tienes un alto porcentaje de hacer tu vida lo más normal posible, claro con responsabilidad y ciertas limitaciones”.

Este trastorno afecta a personas de todas las edades en todo el mundo. Aproximadamente 50 millones de personas en todo el mundo tienen epilepsia, lo que la convierte en una de las enfermedades neurológicas más comunes. Cinco millones de ellos viven en la Región de las Américas.

El 62% de los países de América Latina y el Caribe han reportado tener al menos un anticonvulsivo, pero la mayoría de las veces las personas no pueden acceder a ellos a nivel de atención primaria.

Recordando el Día Mundial de la Epilepsia, también llamado el «Día Púrpura», celebrado cada 26 de marzo, recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un resumen técnico sobre la epilepsia en el que se destacan las medidas que pueden adoptar los responsables de la formulación de políticas y los planificadores de la atención de salud para reducir la carga de la epilepsia en los distintos países.

Nueva investigación

Debido a la forma en que se pueda presentar el paciente y su diagnóstico, claramente está el tipo de tratamiento a implementar, por lo que a veces no es fácil controlar su patología con un solo anticonvulsivo ya que “el fármaco está siendo metabolizado diferente; no está siendo efectivo”.

Así, Paredes orientó que se recurre a combinaciones de fármacos, anticonvulsivos, para poder tratar de acuerdo al “tipo de crisis convulsiva”. Es decir: “resulta que puede ser por una variabilidad genética. Estamos trabajando en eso, investigando en base a la parte genética; qué encima está reactiva y cuál no; (el paciente) puede estar tomando un buen fármaco, pero si tiene un déficit de alguna encima, no es el adecuado para él. En verdad es multifactorial; pero es un avance de la ciencia”.

Dicha investigación-comentó el neurólogo- ya se realizó hace tiempo (2014), pero desde noviembre del 2023, el Centro de Diagnóstico Médico Atrium, de Mérida, junto a la facultad de Toxicología y con el departamento de genética del Instituto Autónomo del Hospital Universitario de Los Andes (IAULA), estamos haciendo nuestra investigación, analizando los datos y tenemos más de 107 pacientes para nuestra data. Esperamos a mediados de este año tener resultados.

ILAE

También, Paredes recalcó que aún hay algo de superstición en cuanto a la epilepsia, incluso en las mismas familias, pero es por ignorancia y eso sólo se elimina con educación.

“Se debe educar de este tema desde el hogar. Conversen con los especialistas, pregunten, y hasta pueden leer en Internet, pero en lugares responsables: recomiendo la página Liga Internacional contra La Epilepsia (ILAE, por sus siglas en inglés), está en distintos idiomas; ahí tienen información científica a su alcance”, explicó.

Por último, Paredes afirmó que el paciente, ni la familia, deben optar por la automedicación ya que “si el paciente tiene un buen tratamiento, individualizado, acompañado del especialista en el área, va a tener un buen pronóstico de vida”.

Yolianny Meléndez  

 

 

 

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