Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de cuello de útero es el cuarto tumor más frecuente en la mujer, con una incidencia estimada de 604.000 nuevos casos en 2020, más de la mitad registrados en los países de ingresos bajos y medianos, pero no sólo esta patología la contrae este género sino que también afecta a los varones y las niñas, por lo que esta instancia internacional lucha con insistencia para emprender la estrategia que permita inmunizar a infantes y adolescentes contra el Virus del Papiloma Humano (VPH).
Vale destacar que esta enfermedad ocurre cuando las células se vuelven anormales y empiezan a crecer de forma descontrolada y según los estudios la causa principal de este cáncer la origina una infección persistente generada por el VPH, que se contrae, generalmente, a través del contacto sexual y se estima que el 80% de las mujeres lo padecen, no obstante en la mayoría de los casos desaparece al cabo del tiempo, pero entre el 10 y 15% corren más riesgo de desarrollar cáncer de cuello del útero.
Como es conocido este tipo de cáncer tarda más de 10 años en desarrollarse, por lo que se dispone de un plazo prolongado para detectarlo, tratarlo y curarlo, por lo tanto, la manera de conocer su existencia es a través del cribado porque es una afección que no produce molestias o síntomas.
Señala la OMS, que en los países de ingresos altos se adelantan programas que permiten la vacunación de las niñas contra los VPH y ofrecer cribados periódicos y tratamiento adecuado de las mujeres, pues “el cribado permite detectar las lesiones precancerosas en estadios en que todavía pueden tratarse fácilmente”.
En consecuencia, “atajar la infección de transmisión sexual más común, el VPH, y su principal enfermedad asociada, el cáncer de cérvix, es un objetivo realista. La OMS propugna la estrategia 90-70-90, con la que se espera lograr que en 2030 un 90% de niñas estén totalmente inmunizadas contra el VPH antes de cumplir los 15 años de edad, que el 70% de las mujeres examinadas mediante una prueba de alta precisión antes de los 35 y los 45 años y que el 90% de las mujeres diagnosticadas, con cáncer de cuello uterino, reciban tratamiento”.
El VPH es cosa de todos
Para cumplir esos objetivos es preciso un trabajo conjunto entre las autoridades sanitarias y la población en general, pues, como recuerda Jesús de la Fuente, jefe de Sección de Ginecología del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid y secretario de la Asociación Española Patología Cervical y Colposcopia (Aepcc), la infección por VPH “es cosa de todos, no distingue entre edad, ni entre género, ni entre orientación sexual. Si tienes relaciones sexuales, en algún momento te vas a enfrentar a él, y te puede producir una importante carga de enfermedad tanto física como emocional”. Más de un 80% de las personas sexualmente activas contraerán el VPH alguna vez en la vida.
El ginecólogo de la Fuente ha desgranado algunas de las cifras que ilustran cómo el VPH, es responsable de casi el 100% de los cánceres de cuello de útero, también se asocia a la casi totalidad de las verrugas anogenitales; el 90% de los casos de cáncer en el ano; el 60% de cáncer de pene, y también está detrás de ciertos tipos de cáncer de orofaringe, incluyendo el de amígdalas.
De allí que la vacunación frente al VPH no sea solo cosa de niñas, como ha subrayado en varias ocasiones. Valentín Pineda Solas, pediatra del Hospital Universitario ParcTaulí y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP): “Es indiscutible que para lograr eliminar los cánceres asociados al VPH, se debe abordar esta infección de transmisión sexual sin distinción de género”, dijo.
Fuentes: Diario Médico/OMS