El autismo, conocido formalmente como Trastorno del Espectro Autista (TEA), se ha convertido en un tema de creciente relevancia en nuestra sociedad y abordar esta condición con seriedad y responsabilidad, es esencial, para desmitificarla y fomentar la comprensión entre la población.
La doctora Reimar Sáez, especialista en neuropediatría, quien aporta su experiencia y conocimientos sobre este espectro diverso que afecta la comunicación y el comportamiento, señala que el TEA se caracteriza por un rango amplio de síntomas y niveles de gravedad, lo que significa que cada persona en el espectro puede tener necesidades y habilidades diferentes.
Enfatiza, que el autismo no es una enfermedad, sino una forma diferente de ser y relacionarse con el mundo, que según análisis recientes, 1 de cada 160 niños es diagnosticado con algún tipo de esta condición, y lo interesante es que muchos de ellos pueden presentar habilidades cognitivas normales y además resalta la complejidad de este trastorno.
Algunos signos comunes que pueden indicar la presencia del trastorno incluyen, falta de respuesta al nombre, dificultades en la comunicación verbal y no verbal, comportamientos repetitivos o rutinas inflexibles, por lo que es fundamental que los padres y cuidadores estén atentos a estos signos y busquen una evaluación profesional si hay inquietudes sobre el desarrollo del niño.
“Las estrategias adecuadas pueden hacer una gran diferencia en el desarrollo de un niño con esta afección, mencionar estas intervenciones pueden incluir terapia ocupacional, terapia del habla y programas educativos especializados que fomenten la inclusión y el aprendizaje”, explicó Sáez.
Añade que un aspecto positivo es que muchos individuos en el espectro presentan habilidades excepcionales en áreas como las matemáticas, el arte y la música, pero que es crucial reconocer y fomentar estos talentos, ya que pueden abrir puertas a oportunidades significativas en la vida de estos jóvenes.
El autismo, en resumen, es un tema que merece nuestra atención y empatía, al educarnos sobre esta condición, podemos contribuir a construir un entorno más inclusivo y comprensivo, y la visión de expertos como la doctora Sáez, es invaluable para entender y abordar la realidad de este trastorno.