El Glaucoma es una neuropatía óptica que generalmente está relacionada con
presiones intraoculares elevadas en su mayoría y existen varios tipos, pero el más
frecuente es el Glaucoma primario de Angulo Abierto (GAA), en el cual los
síntomas no existen o pueden ser mínimos, pero si se detectan a tiempo es
controlable.
Por lo general, cuando el paciente acude a la consulta es porque hay una pérdida
visual severa, explica la oftalmóloga Alexandra España de la Clínica Venezuela
Médica Integral, ubicada en Araure y advierte que “el problema de esta patología
es que es irreversible”.
También, “está el Glaucoma de Angulo Estrecho o Cerrado, que puede tener
variaciones en la presión donde el paciente viene a la consulta con presiones
normales, pero en la noche puede tener la tensión alta y puede ver, por ejemplo,
en las luces de los postes un halo de arcoíris alrededor de la luz; que son
síntomas que pueden parecer normales o ser indicativos de una tensión elevada”.
“Los Glaucomas agudos sí dan síntomas, hay pacientes que puede llegar con
dolor, visión borrosa, lagrimeo, ojo inflamado y es porque están en crisis. A veces
tienen el ojo rojo y no todo rojo es conjuntivitis, resulta que tienen semanas con la
presión alta y eso alguna muesca deja en su campo visual”, expuso la doctora.
España, subrayó que, de ahí la diferencia en ir al oftalmólogo, porque no es sólo
para indicarle lentes sino “porque se observa a lo visual, que las condiciones de la
cámara anterior estén bien, igual que el cristalino, la retina y el nervio óptico y si
algo no está bien en la historia clínica hay que estudiarlo, necesitas varios criterios
para decir que un paciente tiene Glaucoma”.
De acuerdo con la especialista, es necesario hablar con el paciente y hacerle
comprender que el tratamiento debe ser estricto o periódico, para toda su vida y
que no debe suspender; además, debe acudir a consulta cada cierto tiempo para
vigilar las presiones y que la patología no progrese.
Hoy en día, con el avance de la medicina y la tecnología se pueden realizar
procedimientos quirúrgicos y también con láser, con lo cual se puede bajar la
presión, tenerla mejor controlada para que el paciente use menos gotas; siendo
este último el más accesible y menos invasivo para los pacientes.
En el Día del Oftalmólogo, este 10 de octubre, se sigue recordando esta patología
de gran impacto en las sociedades del mundo. Actualmente, se estiman casos
sospechosos en el mundo por encima de 60 millones.
La especialista, reiteró finalmente que el Glaucoma lleva a la ceguera “pierden
hasta la luz”, pero con el diagnóstico y tratamiento, acudiendo a consulta anual o
semestral, dependiendo del daño al nervio óptico, se tiene control y estabilidad.
Yolianny Meléndez