La caída del cabello es una consulta frecuente en la farmacia. Y la alopecia o efluvio posparto es una de ellas y puede ser muy preocupante para la paciente porque, en muchos de los casos, el cabello se cae en grandes cantidades.
Es importante llamar a la calma. Y es que, la caída del cabello es un proceso que suele estar activo desde el segundo o tercer mes tras el parto y la recuperación, normalmente espontánea, llega tres meses después, aunque en algunos casos puede extenderse hasta el año. Así lo explican Olivia López Barrantes, dermatóloga en Clínica Barrantes, en Madrid, y Kevin Díez, dermatólogo en Clínica Eguren y en el Hospital Infanta Leonor, de la capital.
Ambos coinciden en que este tipo de alopecia puede producirse sobre todo por el cambio hormonal tras el embarazo y tiene una naturaleza reversible. “Es algo fisiológico y normal”, remarca Díez. No obstante, también se dan casos en los que el efluvio se mantiene por encima del tiempo estimado, por lo que lo adecuado sería derivar al médico de primaria o al especialista para que descarten otras patologías o alteraciones.
¿En qué consiste?
López Barrantes recuerda que este trastorno se engloba dentro de las alopecias por efluvio telógeno, que se deben a una alteración en el ciclo vital del pelo. “Cuando hay algún acontecimiento que nos altera metabólicamente hablando, como un parto, ciertos procesos de nuestro organismo se descolocan y alteran un poco su normalidad. Entre ellos está el ciclo capilar, que se acelera, y más cabellos de lo normal entran en fase de caída”, comenta. Lo normal es que entre un 5% y un 10% del cabello esté en esta fase, pero las pacientes con alopecia posparto superan estos porcentajes por causas fisiológicas derivadas del parto.
Aunque desde la farmacia no se puede descartar el hecho de que este síntoma de caída del cabello provenga de condiciones patológicas, como el estrés, la infección por virus como el SARS-CoV-2, enfermedades crónicas debilitantes, trastornos del hierro, alteraciones del aparato endocrino (casos de hipotiroidismo). O también por desnutrición o como efecto secundario de algún medicamento.
Por ello, si el efluvio telógeno no se frena en el tiempo estimado, es debe derivar al médico o especialista para que realice una analítica para ver, “a nivel de tiroides, de hierro o de ferritina si existe algún tipo de deficiencia o carencia vitamínica.”
Según Díez, “no existen demasiados estudios relacionados para saber a ciencia cierta cuál es el mecanismo de acción de la alopecia posparto. No obstante, se cree que está vinculado al cambio hormonal que se sufre al pasar de un estado endocrinológico determinado en el embarazo, en el cual existen unos niveles hormonales más proestrogénicos, a otro muy diferente tras el parto”, indica Díez. Y añade: “Las cirugías también pueden provocar efluvio telógeno e impactar sobre pacientes que se han sometido a una cesárea o cualquier otra intervención durante el parto”.
Teniendo estos factores en cuenta, por el momento, no hay fórmulas ni protocolos que ayuden a prevenir esta situación. “Igual que damos por hecho que durante el embarazo pueden darse ciertos cambios, como la salida de estrías o que aparezcan cambios de pigmentación, que se hinchen los pies, etc.”, agrega Diez.
En cuanto a los tratamientos, no los hay más allá de la espera y, en aquellos derivados al especialista, la opción suele ser la observación hábitos de vida saludables, dieta mediterránea rica en antioxidantes, higiene del sueño, ejercicio físico regular y evitar el estrés.
Productos de apoyo
Así, se puede recomendar evitar champús con acondicionadores intensos. “Habitualmente utilizan siliconas que se depositan en el pelo y, aunque no afectan a la alopecia, hacen que se pierda volumen, dando la sensación de que el problema es mayor”, explica Díez y por tanto, champús y productos que aumenten ese volumen, siempre que sean compatibles con la lactancia.
También se pueden sugerir cambios en el corte y peinado del pelo y evitar planchados o secados agresivos y valorar la toma de ciertos complejos vitamínicos.
Sobre estos productos, López Barrantes dice “que, además de vitaminas, pueden llevar aminoácidos esenciales para el pelo, como la cafeína, el hierro, etc., pero, en realidad, es un complemento para que se vaya estabilizando ese recambio acelerado del cabello”. La dermatóloga apuesta por combinarlos con minoxidil.
Fuente: Diario Médico