Investigadores de la Universidad de Virginia han identificado un posible vínculo entre la sensibilidad a ciertos alérgenos alimentarios y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Según el estudio, publicado en el Journal of Allergy and Clinical Immunology, la presencia de anticuerpos IgE contra alimentos comunes como la leche, el maní y los camarones podría aumentar significativamente la mortalidad cardiovascular.
Los resultados sugieren que este riesgo podría ser comparable, e incluso superior, al de factores clásicamente asociados a las enfermedades del corazón, como el tabaquismo, la diabetes y la artritis reumatoide.
Una respuesta inmune silenciosa con consecuencias graves
El estudio analizó datos de miles de adultos durante un periodo prolongado, encontrando que las personas con anticuerpos IgE contra ciertos alimentos tenían un mayor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares. Sorprendentemente, esto se observó incluso en individuos sin alergias evidentes y sin antecedentes médicos que los predispusieran a problemas cardíacos.
«Lo que observamos aquí fue la presencia de anticuerpos IgE contra alimentos detectados en muestras de sangre», explicó Jeffrey Wilson, experto en Alergia e Inmunología y coordinador del estudio. «No creemos que la mayoría de estos sujetos tuvieran alergias manifiestas, sino que presentaban una respuesta inmune a los alimentos que, con el tiempo, podría contribuir a la inflamación y aumentar el riesgo cardiovascular».
La leche de vaca, el principal alérgeno implicado
El vínculo más fuerte identificado en el estudio fue con la leche de vaca, aunque el maní y los camarones también mostraron asociaciones significativas. Se descubrió que las personas con anticuerpos IgE contra estos alimentos tenían un riesgo particularmente alto si los consumían con regularidad, a pesar de no manifestar alergias evidentes.
«Estos hallazgos no prueban de manera concluyente que los anticuerpos alimentarios sean la causa directa del mayor riesgo cardiovascular», señaló Wilson. «Sin embargo, refuerzan la hipótesis de que la inflamación alérgica podría desempeñar un papel clave en el desarrollo de enfermedades del corazón».
Un hallazgo con antecedentes en la alergia a la carne roja
El estudio se basa en investigaciones previas que vincularon la alergia a la carne roja, inducida por la picadura de la garrapata estrella solitaria, con enfermedades cardiovasculares. Esta condición, conocida como síndrome alfa-gal, sensibiliza a los afectados a un azúcar presente en la carne de mamíferos y puede provocar reacciones alérgicas severas.
El equipo de la Universidad de Virginia y la Universidad de Carolina del Norte revisó datos de 5.374 participantes de la Encuesta Nacional de Exámenes de Salud (NHANES) y del Estudio Multiétnico de Aterosclerosis (MESA). En este análisis, los investigadores encontraron que 285 personas habían fallecido por enfermedades cardiovasculares, y que aquellos con sensibilización a la leche de vaca presentaban el mayor riesgo de mortalidad.
Implicaciones para la salud pública
Estos hallazgos sugieren que la sensibilización a alérgenos alimentarios comunes podría ser un factor de riesgo cardiovascular no apreciado previamente. Si bien se requiere más investigación para determinar la relación causal, los expertos consideran que es fundamental que los profesionales de la salud evalúen el papel de la inflamación inmune en la salud cardiovascular.
«Este es un hallazgo sorprendente que podría cambiar nuestra comprensión sobre los factores de riesgo de enfermedades del corazón», concluyó Wilson. «A medida que avanzamos en la investigación, podríamos descubrir nuevas estrategias de prevención y tratamiento para millones de personas en riesgo».